lunes, 31 de mayo de 2010

Todo me hace acordar a vos. Todo de alguna forma u otra termina en tu persona. Hablo de cualquier cosa y termino conectándolo con vos. Trato de no hacerlo pero sin siquiera darme cuenta termino ahí de nuevo. Y es desesperante. Desespera ver a donde he llegado. Desespera verte, pensarte aún cuando no quiero hacerlo. Desespera pensar que significa. Pero dentro mío lo sé, y eso es lo que me preocupa. Detesto que vengas a mi mente aún cuando no te deseo en ella. Detesto quererte y no hacer nada. Detesto pensarte cuando ni siquiera vale la pena. Detesto soñarte cuando me lastima hacerlo. Pero lo sigo haciendo. Y lo peor de todo es que podría pararlo, en cierto modo podría hacerlo. Sí. Pero ¿sabes qué pasa? No quiero hacerlo. Porque me gusta sentirte cerca mío aún estando tan lejos. Me gusta pensarte cuando no me queda otro remedio. Me gusta acobijarme en mis pensamientos cuando tengo miedo de enfrentarme a la realidad. Me encanta todo eso. Aún cuando llega a lastimarme. Y es por eso que no lo dejo ir, es por eso que sigo metida en ese círculo vicioso que parece sin fin alguno. Porque es exactamente eso, un círculo vicioso. En el cual vos sos comienzo y fin, problema y solución, enfermedad y cura. Estoy metida ahí sin salir. Como si fueras mi adicción, mi peor perdición, mi boleto al mismo infierno que se transforma a veces en el mismísimo cielo. Porque aunque tenga salida, aunque pueda volver no pienso hacerlo. Con vos saqué un boleto de ida que no tiene vuelta.

sábado, 29 de mayo de 2010

Necesidad. Esa necesidad de tenerte. Esa necesidad de que seas mío y de nadie más. De ser tuya. De que me beses y abraces fuerte. De que me susurres palabras al oído. De que seas sincero conmigo. De que me dejes entrar. Esa necesidad de ser necesaria para vos también. De que me comprendas. De que me escuches y me veas. De entenderte finalmente. De que me elijas. Esa necesidad de volverte loco. De que me agarres de la mano. De oírte hablar sobre mí. De escuchar tu voz por telefono. De contarte todo lo que pienso. De gritarte cuanto te quiero. De que sepas que te quiero. De que vengas a buscarme. De que confíes en mí. De poder desahogarme con vos. De que seques mis lágrimas y crees sonrisas. De verte sonreír por mí. De estar ahí para vos. De que cuentes conmigo. Esa necesidad de oírte decirme 'Te quiero'. De abrazarte y no dejarte ir. Esa necesidad de satisfacer estas necesidades. Necesidades que crecen cada día, que parecen una busqueda eterna, que me mantienen en vela, que desesperan y llegan a doler. Necesidades que solo pueden ser cumplidas por vos.

martes, 25 de mayo de 2010


Esa persona. Esa mitad. Esa media naranja. Alma gemela. Persona destinada. Amor de tu vida. Como quieras llamarlo. Esa persona, en mi opinión, existe. Y sé que no lo digo por experiencia propia, por un suceso en mi vida, porque conocí a la mía, no es así. No sé quién es, cuándo lo voy a encontrar ni en donde. Pero estoy segura, que existe. Sé que en algún lugar del mundo está esperando al igual que yo. Que en algún momento lo voy a cruzar, lo voy a conocer. Que va a cambiar todo. Que no voy a ser la misma. Lo creo. Pero esto no quiere decir que crea que esta todo destinado, y que no importa lo que hagas vas a terminar con esa única persona. No. Al contrario, yo sí creo que existe, que no vas a amar a nadie como lo amastes a él, por más que lo intentes no va a funcionar, pero creo también que uno tiene que poner de su parte en ello, en llevarlo a cabo, no quedarse sentado esperando porque tranquilamente puede pasar de largo. Y no tengo pruebas concisas de que hay una persona para cada uno, pero aún así estoy segura. Y si lo estoy, y me hace feliz pensarlo ¿por qué no hacerlo? Seguiré devota a mi creencia, esperando encontrarlo y hacer tener una evidencia de que eso tan puro que llaman amor, existe.

jueves, 20 de mayo de 2010


¿Cómo lo lograste? ¿Cómo lo hiciste? Ya se me fue de las manos, ya estoy perdida. Trato de parar todo tipo de sentimiento pero es igual que tratar de agarrar agua con las manos, por unos momentos lo consigo pero luego se termina escurriendo por mis dedos hacia donde siempre estuvo. ¿Entonces que debo hacer yo ahora? Me niego a caer tan rápidamente, mis instintos me dicen que no lo haga, que me resista. Y lo intento, de verdad. Pero aún así es en vano, mi corazón hace exactamente lo que quiere con quién quiere, y ese quién sos vos. Pero aún así sigo negándolo, a todos. Me preguntan y niego, me tiran indirectas y evado. Aunque al final del día, cuando me encuentro conmigo misma y nadie más se me caiga la mascara. Y ahí en ese instante tengo miedo, pánico, terror. Porque no puedo negarlo, no a mí misma, no cuando lo escucho por todos lados, cuando lo veo escrito, cuando lo digo sin querer. Y tengo miedo de que se me haya ido de las manos, tengo miedo de que haya llegado a ese punto donde no hay vuelta atrás alguna, terror de que sea tan débil con vos como estoy creyendo, de que este sintiendo algo más allá de con lo que comencé, de que me puedas lastimar, de que me importes, de que ya no sea un simple juego. Porque si es así, si finalmente lo veo, estoy perdida porque se que me va a doler el no tenerte. Por lo que seguiré tratando de contenerme aún sin estar segura que haga falta hasta que sea lo suficientemente seguro como para decirlo en voz alta.

lunes, 17 de mayo de 2010


¿Cómo saber que llegaste a ese punto del que no hay retorno? ¿Cómo saber si ya cruzaste esa línea invisible? ¿Cómo saber si ya esos sentimientos que empezaron como un juego se transformaron en algo serio? ¿Cómo saber si ya estás metida? Y una vez que lo sabés ¿qué haces? ¿Acaso hay algo posible por hacer? ¿Alguna forma de cambiarlo? ¿De parar ese torrente de emociones que parece sin fin hacia su persona? Y si la hay ¿estarías dispuesta a hacerlo? ¿Te bancarías dejarlo, olvidarlo a él? ¿Soportarías separarte, admitir la derrota? ¿Podrías hacerlo aún cuando sabes que ya es un caso perdido? Tal vez sería mucho más fácil si en el momento previo, ese punto anterior a caer totalmente rendidas ante él, una alarma se encendiera, titilara intermitentemente avisándonos que estamos a punto de caer. Pero lo que sucede es que lo más lindo es no darte cuenta de eso, estar consciente solo del momento previo y del posterior pero no en el proceso que conlleva el cambio total e irrevocable. Si tan solo una pudiera fácilmente borrarlo de su vida al darse cuenta de que no funcionará, de que es una perdida completa de tiempo. Pero aunque si hubiera dudo mucho que aceptaría hacerlo. Es que esa línea divisoria tiene tanto significado, tanta carga emocional que una vez que estás del otro lado, no harías muchas cosas que antes sí. No podría decidir soltarlo, no podría acceder a borrarlo por completo de mi vida. Aún cuando no esté en ella como desearía. Crucé esa línea ya, no sé cuándo ni dónde pero sé que no hay retorno ahora. Y aún así no me importa el darme cuenta ahora de cuanto significó ese simple acto.

domingo, 16 de mayo de 2010


Excusar. Excusar el mal comportamiento, el mal trato, los insultos. Excusar el dolor causado. Parece mentira, pero cada vez veo más excusas para los hombres. Más excusas en las cuáles ellos puedan resguardarse, sacarse la culpa, ser inocentes. Es irónico como nosotras, como las propias mujeres, las propias víctimas de estas estúpidas actitudes los excusamos. "No quizo decir eso", "Él me quiere solo que no lo demuestra", "También es mi culpa", "Pero yo lo quiero", "Es inevitable que lo haga", "Hoy en día todos son así". ¿Y qué tiene eso que ver? ¿Acaso porqué todos sean así está bien? ¿No existe la individualidad? Digo que sí existe y si él aún así sigue a la masa ¿No lo hace un estúpido? Veo lágrimas en los ojos por culpa de estos tipos de chicos, veo corazones rotos, humillación, arrepentimiento y hasta culpabilidad. ¿Pero qué es lo que hacen? Los excusan. Los defienden con excusas baratas y sin sentido. En vez de hacerse valer, plantarse adelante de él y decirle "A mí no me vas a tratar así" o simplemente dejarlos y pensar "Voy a encontrar algo mejor". Porque hay algo mejor. Pero no. Se acostumbran tanto a esa clase de chico que no hacen nada, porque es así, sonará cruel pero hasta parece que lo hacen a propósito. Que les gusta sufrir y que les rompan el corazón porque una se da cuenta, sabe. Y ni siquiera planean buscar uno que valga la pena, se remiten a creer que hay que conformarse, que son así, que no existen los príncipes azules. No digo que existan pero, ¿Te vas a quedar con un intento de sapo a cambio? ¿Tan poca fe tenés en los hombres, en vos misma que pensás que no vas a conseguir algo mejor para vos? Es patético y da pena. Hay hombres que valen la pena, que te tratan con cariño, que te apoyan, te escuchan y te cuentan sus cosas, que te tratan como te mereces, que te hacen sentir bien, amada, respetada, hay buenos hombres. No te conformes con los imbéciles que te encontrás, por favor no creas que no hay nada mejor más allá de eso. Porque una vez que lo crees no hay vuelta atrás y vas a pasar de un estúpido a otro sin cesar. Dejen esas excusas que ustedes mismas no creen y salgan a buscar algo mejor. Excusándolos solo logramos que sigan igual, lastimándonos. Hay muchos sapos en el mundo, pero eso no significa que sean todos así. Siempre hay algo mejor cuando te decidís a encontrarlo.

viernes, 14 de mayo de 2010


Es como si esuviera en un camino. Uno en el cuál no puedo ver a donde me lleva, ni cuando termina. En él transito y voy dejando momentos y personas atrás. Al igual que voy llegando a nuevas experiencias y personas. Lo acepto. Pero a veces siento que no llego más a ciertos lugares, a ciertas personas. Siento como si caminara y caminara pero siempre me encuentro en el mismo lugar, no voy ni para atrás ni para adelante. Y no puedo negar que es desesperante, que me afecta y me hace querer dejar de caminar. ¿Para qué seguir si parece que nunca avanzo? Pero sigo igual, esperando, rezando en el trayecto de que te encuentres en algún punto del camino. Que nuestros caminos se cruzen, que choquemos por el destino, que aparezcas, que me acompañes a caminar. Que me levantes cuando me caiga, y me des aliento cuando sienta que no puedo más. Entonces sigo caminando por más que esté cansada porque la esperanza, la ilusión de que te voy a encontrar, de que estás más adelante en el camino me mantiene en pie. Necesito creer que sucederá. Necesito creer que en algún punto exacto de mi camino te encontrás vos esperando por chocarte conmigo.

domingo, 9 de mayo de 2010


Todo esto se siente extraño e irreal. Y no perderé otro minuto sin ti. Mis huesos duelen, mi piel se siente fría. Y me estoy cansando y sintiendo tan viejo. La ira crece en mis tripas y no sentiré estos cortes y trozos. Deseo tanto que abras tus ojos porque necesito que mires en los míos. Dime que abrirás tus ojos. Dime que abrirás tus ojos. Levantate, sal, alejate de esos mentirosos. Porque ellos no entienden tu alma o tu fuego. Toma mi mano, entrelaza tus dedos con los míos y saldremos de este oscuro cuarto por última vez. Cada minuto desde este minuto en adelante podemos hacer lo que nos guste en cualquier lado. Deseo tanto que abras tus ojos porque necesito que mires en los míos.

Me había olvidado. Me olvidé de dónde me encontraba tiempo atrás. Me olvidé de como eran las cosas antes. Me olvidé el lugar, el momento donde todo había comenzado. Me olvidé de mis sufrimientos. Me olvidé como pensaba y sentía respecto a vos. No sé como me había olvidado todo eso. Pero como si alguien quisiera recordarme lo pasado, como si quisieran que me diera cuenta de mi avance pero al mismo tiempo retroceso, darme cuenta de lo que cambió y lo que cambié, como si alguien me quisiera dar una señal, todo volvió a mi mente. Recordé y fue como si hubiera estado todo este tiempo bajo agua y me estaba quedando sin aire ya pero salí a la superficie y volví a respirar. Todo volvió a mí como una película y pude apreciar el notorio avance, como la trama se fue desarrollando, lento pero seguro al fin. Como aunque pareciera que todo sigue igual que ayer no lo es. Como los personajes fueron madurando hasta dar lugar los de hoy, como las situaciones fueron cambiando, como las circunstancias no son las mismas. Pero lo mejor fue que recordé ese momento tan preciado que dio inicio a todo, lo reviví como si hubiera sido ayer ¿cómo es posible que lo haya olvidado?Pero me di cuenta de algo. No importa donde nos encontremos en el presente, siempre es bueno hacer una rápida leída al pasado. Podemos ver avances y retrocesos. Es más tal vez nos hayamos olvidado de algo indispensable para el futuro.

martes, 4 de mayo de 2010


Continúo perdida entre el caos que habita en mi mente y las tempestades que se desatan en mi corazón.

lunes, 3 de mayo de 2010


Cuantos sueños has tenido y por miedo no has seguido el camino que te lleva a hacer realidad. Solo piensa un instante. Nunca mucho fue bastante para ti. Ya no sé porqué razones te has quedado en ilusiones. No me digas que no hay tiempo y te heches atrás. Quiero estar siempre a tu lado y olvidarnos del pasado tu y yo. Porque no quiero vivir con miedo a perderte. Me quiero morir si no puedo verte, en mi vida no hay más salida. No puedo dormir si no puedo tenerte. No puedo seguir muriendo lentamente, a tu lado encadenado. Cada noche te he buscado y en mis sueños te he encontrado. Me despierto en un instante, tu ya no estás. Yo quiero estar siempre a tu lado y olvidarnos del pasado, tu y yo. Porque no quiero vivir con miedo a perderte. Me quiero morir si no puedo verte, en mi vida no hay más salida. No puedo dormir si no puedo tenerte. No puedo seguir muriendo lentamente, ser tu hada encadenada. No quiero vivir con miedo a perderte. Me quiero morir si no puedo tenerte.

Realidad y ficción. ¿Qué es la realidad y qué es la ficción? ¿Acaso vemos la línea que divide una de la otra? ¿Sabemos diferenciarlas? A veces parece tan difícil separar lo real de lo ficcionario. E irónicamente nos cuesta más con las cosas más importantes, las más trascendentales para nosotros. Es que ese desear algo con todas nuestras fuerzas, ese morir por conseguirlo. Ese cerrar los ojos con todas nuestras fuerzas dejando que la intensidad de nuestro deseo fluya por nuestras venas. Esa emoción, esa esperanza, eso que nos mueve. Ese sentir morir si no lo tenemos. Esa inmensa necesidad como si fuera aire. Es que es tanta la intensidad que ponemos en eso que queremos alcanzar, es tanto lo que ponemos de nosotros para que se cumpla, tantas horas, tanto esfuerzo, tantos sueños, tanto de nosotros. Dejamos partes de nosotros en eso. Que nos hace más difícil definir, notar la línea divisoria de la ficción y la realidad. Nuestra mente misma lo hace, tratando de mantener nuestra esperanza cuando ya es en vano, de seguir esperando eso que no va a llegar. Es un reflejo de auto protegerse, de no sufrir dolor. Entonces caminamos sin ver donde estamos, sin ver la línea tan trascendental. Pero tarde o temprano abrimos los ojos y vemos la línea y nos damos cuenta de que estamos parados en el lado equivocado, en la ficción. Que nos engañamos. Por lo que vemos la realidad en frente nuestro, lastimándonos como ya habíamos previsto inconscientemente. Y es como si una espada nos atravesara el corazón, todo lo que pensábamos que era realidad comienza a desvanecerse lentamente... solo es ficción. Solo un macabro juego de nuestra mente. Dejándonos solos con la dura realidad antes ignorada. Y la ficción que una vez nos hacía feliz desapareció. La ficción es un sucio juego que nuestra mente produce para protegernos de esa realidad circundante que no queremos ver.