
-¿Recuerdas esa vez que tuvimos nuestra primera conexión?- pregunté dandome la vuelta en sus brazos para mirarlo a los ojos.
- Sí. Me acuerdo perfectamente, si que me veia estupido - dijo él riendose de si mismo. Yo lo acompañé en su risa ya que él no fue el único "estúpido".
Lo recuerdo perfectamente, como si hubiera sucedido ayer. Yo iba caminando hacia su clase para decirle algo a una profesora, en el camino hacia su aula mi corazón comenzó a bombear intensamente. Quería salirse de mi pecho. Todo por él. Al llegar allí una de mis amigas terminó hablando por mí, lo cual agradecía profundamente en silencio. Iba a ser rápido, entrar, hablar, salir e irnos. Pero no sucedió de esa forma. Al quedarme en su puerta lo primero que hice inconscientemente fue buscarlo a él. Era esa necesidad de verlo. Al encontrarlo rápidamente, me sorprendí al descubrir nuestras miradas entrelazadas. Nos mirabamos fijamente y desde esa milesima de segundo fue como si el tiempo no transcurriera. No podía despegarme de sus ojos, aquellos que me miraban con la misma intensidad que yo transmitía. Solo estaba él, no había nadie mas en el aula, al menos eso veía. Era como si el destascara, brillara por algún extraño motivo...lo que producía que a su alrededor solo hubiera manchas, nada concreto. Nada que pudiera distraerme de él. Fueron segundos, un, dos, tres, cuatro, cinco pero que para mí eran minutos, un, dos, tres. Nunca me había sucedido algo como aquello, y desde ese momento supe que nada iba a ser igual...
Seguía pensando en lo sucedido cuando sentí algo tibio en mi mejilla. Desperté de mi trance y ahí estaba él acariciandome y mirandome con todo el amor que nunca imagine recibir. Sonreí sinceramente, feliz de que desde ese momento todo fue mejorando hasta terminar con él. Él al ver mi sonrisa se acerco a mí rozando nuestros labios.
- Te amo - susurró
- Yo también - respondí
Él al escuchar mi respuesta cerró nuestra hermosa confesión con un beso. Un beso dulce, único, lleno de amor mutuo. Mientras profundizaba el beso reflexionaba en como un mínimo momento puede cambiar toda tu vida.