viernes, 19 de marzo de 2010


Mis sentidos se agudizan ante tu presencia. Puedo prestar atención a mi alrededor, parecer totalmente interesada, pero en realidad en lo único que me centro es en vos. En tus acciones, tus gestos, tus sonrisas, tus palabras. Esos minutos en los que captas mi mirada como si llevaras una especie de imán al que no puedo resistirme. Mi mirada se posa en tu figura para sacarla a los segundos no queriendo quedar in fraganti. Pero termino encontrándome con vos e instintivamente busco tu mirada. Esa que me enloquece. La encuentro fácilmente centrada en mi persona, y en seguida al reaccionar la vuelves a bajar. Aún así yo no lo hago y a los pocos segundos te atrapo volviéndola a levantar para mirarme, encontrando mis ojos clavados en los tuyos. Esa mirada tan tuya pero que la siento tan mía.