martes, 10 de agosto de 2010

Desafío. Los desafíos te impulsan a exigirte, a llevarte a vos mismo más allá, a sobrepasarte. Ningún desafío es fácil, y en la mayoría de los casos uno quiere superarlos. Queres 'ganar'. Pero para eso vamos a tener que esforzarnos, poner de nosotros mismos, hacer cosas que nunca hicimos, hacer algo distinto. Porque nada nuevo saldrá de nuestra actitud de siempre, nada distinto saldrá de lo mismo. Y muchas veces te podrá pasar que sentís que fallastes, que no lo lograstes, que el desafío te supero a vos, y no al revés. Es entonces cuando el pensar te está venciendo tal vez incluso antes de siquiera empezar. Y el rendirse va a resultar tentador, muy tentador, porque es tan fácil. Es lo más simple, la salida más rápida es decir 'Ya está, fallé'. Lo difícil es seguir aún cuando sentís que no podes más, aún cuando todo va mal y parece que no te sale una. ¿Qué tiene de difícil seguir cuando todo te sale bien? Nada. Piensa que nadie llega a la meta en su primer intento, nadie prueba algo nuevo sin equivocarse una vez, nadie logra llegar alto en su primer salto. Vos tenés el poder de elegir que perseguir, que desafío superar y de que manera. Vos tenes el control de pensar en positivo, de planificar la victoria, de persistir y de dar lo mejor que vos. Podes hacer todo lo que esté a tu alcance para conseguirlo, podes lograrlo. Solo tenes prohibido una cosa: rendirte.