martes, 27 de julio de 2010
Ser dueño. Ser dueño significa ser propietario, tener control de algo, tener dominio. Podemos ser dueños de nuestra vida, nuestras decisiones, nuestras acciones, de nosotros mismos. Ser dueños para imponernos, para ser felices. Tenemos que ser nuestros propios dueños. ¿Quién mejor que nosotros para ser dueños de nuestra vida y su camino? ¿Quién mejor que nosotros para decidir? Yo hoy digo que nadie más que yo va a ser dueño de mis decisiones, mi vida, mi futuro y mi presente. Voy a tomar el puesto de piloto de mi vida. Yo voy a ser quien decida que hacer, con quién, cuando. Nadie más. Voy a decidir el rumbo que quiero tomar, quienes me van a acompañar y adonde pretendo llegar. Y sé que me voy a equivocar. Me voy a equivocar muchas veces pero por mis decisiones y no por haber seguido a otro. Voy a estar herida, voy a cambiar de rumbo, de decisiones, de pensamientos pero siempre a consciencia, porque yo quiero, pensando que es lo mejor. Nadie más que yo. ¿A quién más le cederías ese puesto? ¿A quién dejarías gobernar tu vida? Solo nosotros mismos, nuestros propios pilotos de nuestra vida.