martes, 15 de junio de 2010

Amigas. Esas que están siempre. Esas a las que podes llamar a cualquier hora. Esas personas que te escuchan una y otra vez aunque les taladres la cabeza con lo mismo. Esas que te abrazan fuerte cuando lo necesitas. Esas que te hacen llorar de la risa con el comentario más estúpido. Esas con las que podes llegar a matarte pero a los minutos se arreglan. Esas a las que recurrís para contar todos tus secretos. Esas que te aconsejan pensando en lo que es mejor para vos. Esas que se alegran y se entristecen con vos. Esas que están en los buenos momentos pero aún más en los malos. Esas que con una mirada te dicen todo. Esas con las que tenes códigos secretos. Esas con las que podes hablar todo un día entero sin cansarte. Esas con las que hablas de todo, desde lo más profundo hasta la estupidez más grande. Esas que se apoyan en vos. Esas que confían en tu persona y te quieren. Esas que son indispensables. Esas con las cuales no podes imaginarte no estar. Esas que te dicen la verdad por más dolorosa que sea. Esas que se ganaron tu confianza y cariño. Esas que son únicas. Esas que te conocen como a sí mismas al igual que vos a ellas. Esas que te soportan aún cuando no estás de humor. Esas que te crean sonrisas aún cuando lágrimas corren por tus mejillas. Esas que te escuchan siempre. Esas que saben todo. Esas que te han visto en lo más alto y en lo más bajo. Esas que te vieron caer y te ayudaron a levantarte. Esas a las cuales siempre vas a ayudar. Esas para las cuales siempre vas a estar. Esas que te hacen ver el mundo de forma distinta. Esas a las que querés. Esas son ustedes.