lunes, 15 de febrero de 2010


Leo. Sigo leyendo miles de historias distintas, cada una transportándome a un mundo distinto, nuevo, desconocido. Leo amores prohibidos, amores dulces, amores apasionados, amores imposibles, amores eternos, amores únicos. Leo y deseo tener eso, ese amor único, eterno, dulce, que te hace reír de cualquier cosa y llorar desgarradoramente al no tenerlo, que te hace soñar, creer que puedes alcanzar lo que desees con solo proponértelo. Leo, cierro los ojos y me transporto allí donde todo es perfecto en su forma. Y te visualizo conmigo en un mundo paralelo. Y visualizo tu sonrisa dedicada a mí, tus ojos posados en los míos, tus brazos rodeandome para nunca dejarme ir, tu cara cerca de la mía memorizandose mis rasgos, tu aliento endulzando mi boca, tus labios apresando los míos con desesperación y dulzura al mismo tiempo... sellando ese pacto tácito que tenemos. Y sonrío en medio de nuestro beso, en medio del torrente de emociones que llevo adentro. Mi mano se acerca a tu mejilla acariciándola, memorizandote. Y la otra se dirige directo a tu pelo acercándote más hacia mí, no dejandote ir. Y sé lo afortunada que soy. Lo sé. En ese momento soy feliz. Pero inevitablemente vuelvo al mundo real y me encuentro en el mismo lugar, sentada con una estúpida sonrisa en mi cara y un libro en mis manos, pero sin vos a mi lado. Y recuerdo que no te tengo, que no sos mío, que no soy tuya, que no me buscas. Y sin poder evitarlo una rebelde lágrima desciende por mi mejilla recordándome la dolorosa realidad. Y a esa la siguen otras cien más. Y tiro el desgraciado libro culpandolo de ser recordatorio de mi situación, y siento ganas de golpearme por volver a caer en la tentación de soñar que a mi lado te encuentras y me amas como siempre soñe que lo harías. Porque el dolor que siento al ver la realidad me destruye. Pero todo es en vano. Porque se que volveré a caer en la tentación de volver a ese mundo irreal donde estamos juntos. Donde me miras como siempre deseé que lo hagas, me acaricías y me besas haciendome sentir como lo imagine. Donde tu sonrisa es para mí y soy la mujer más feliz del mundo. Donde no piensas dejarme ir. El único mundo en el que sos únicamente mío y de nadie más.