viernes, 26 de febrero de 2010


La arena se siente fría en mis pies mientras estos se mueven con rapidez alejándome de la situación, de él, del dolor. Lágrimas corren por mis mejillas mientras el aire helado entra por mis pulmones lastimándome la garganta, y no pienso parar. Seco mis lágrimas en vano ya que en seguida otras nuevas las reemplazan y revivo todo lo que acaba de decir hace unos minutos. Escucho su respiración agitada igual que la mía y sus pasos acercándose a mí, en unos pocos segundos me alcanzará. Tal como lo había previsto siento sus brazos fuertes en mi cintura parándome. Me quedo quieta delante suyo, los dos tratando de acompasar nuestras respiraciones, ninguno dice palabra alguna. Finalmente nuestro ritmo cardíaco se normaliza y planeo escapar de su agarre pero todo intento es en vano ya que me hace enfrentarlo en un rápido movimiento. Me dice que pare con esto, que me tranquilice, que no piensa dejarme. Pero no le creo, ¿cómo hacerlo? Entonces le digo que se vaya, que lo haga ahora porque después va a doler más. Pero él niega rotundamente con la cabeza y repite la misma frase que daría lo que fuera porque se cumpla: "No pienso dejarte" Y le digo que sé que no quiere hacerlo pero que tarde o temprano lo hará y que yo quedaré estancada en este estúpido pueblo y veré como él desaparecerá, y es más de lo que puedo soportar. Me mira con tristeza en sus ojos pero no me importa, a mí me duele más. Entonces lo golpeo en su pecho, una y otra vez tratando de descargarme de alguna forma, de mostrarle una pizca del dolor que siento, y enseguida lágrimas empiezan a descender por mi cara demostrándole cuanto me duele. Sus brazos me sostienen fuertemente contra él tratando de alguna forma de abrazarme, pero me rehuso a hacerlo hasta que finalmente me doy por vencida. Mis brazos se acomodan en su cintura y lo abrazo tratando de calmarme, sintiendo su dulce aroma inundarme. Él acaricia mi pelo y besa mi cabello. Me separa y puedo ver sus ojos enrojecidos aunque trate de mostrarse fuerte, acorta la distancia y me besa tratando de encontrar la fuerza que necesita. En medio del beso puedo notar esa sonrisa que me enamoró el primer día y susurra un dulce: "Vendrás conmigo".

jueves, 25 de febrero de 2010


Diviso tu figura acercándose a mi. Con cada paso que das puedo ver más claramente tus facciones, esas que tanto me enloquecen, que tanto extraño. Mi corazón comienza a latir desaforado en respuesta y todos mis sentidos se concentran en vos, en lo que vas a hacer. Y recuerdo lo débil que soy cuando se trata de vos, lo mucho que te necesito a mi lado y cuanto extraño estar juntos. Finalmente llegas hasta mí y me miras con esos ojos chocolates que me fascinan. Tu mano se acerca a mi mejilla y me acaricias con esa dulzura que me derrite. Y sé que no puedo estar enojada por más tiempo, no con vos tocándome de esa forma. Pero trato de mantener mi postura "Se fuerte" me digo a mí misma. Entonces vos te acercas más a mí y tu estúpido aliento dulzón se entremezcla con el mío nublándome todos mis pensamientos, todas mis tácticas de escape, todos mis intentos de pelea. Trato de volver a centrarme, de recordar que peleamos, que no está todo bien pero vos sabiendo exactamente lo que provocas pasas tu mano por mi cintura apresándome a tu cuerpo. Mi voluntad esta a punto de flaquear y no pienso hacer nada por impedirlo, no cuando te tengo así. Sabiendo lo cerca que estás de tu victoria apresas mis labios con los tuyos, comenzando con un dulce y a la vez enloquecedor juego. Y me aferro más a vos, perdonandote de una vez por todas. Enseguida siento tu sonrisa victoriosa en mis labios y no me importa saber que caí. Porque con vos mi caída es la más dulce de todas.

lunes, 22 de febrero de 2010


Podría volver a cada risa pero no quiero volver más allí. Y conozco todos los pasos hacia tu puerta pero no quiero ir ahí más. Habla con el viento, habla con el cielo, habla con el hombre con las razones de porque. Y dime qué es lo que encuentras. Dejaré mi ventana abierta porque estoy muy cansada a la noche de decir tu nombre, solo sabé que estoy aquí esperando a que tu vengas con la lluvia. Podría pararme y cantarte una canción pero no quiero tener que ir tan lejos. Y yo te tengo deprimido, te conozco de memoria, y tu ni siquieras sabes donde empiezo. Habla con ti mismo, habla con las lágrimas, habla con el hombre que te puso aquí y no esperes por que el cielo se despeje. Te he visto por tanto tiempo, grité tu nombre y no sé que más puedo decir. Pero dejaré mi ventana abierta porque estoy muy cansada a la noche por todos esos juegos. Solo sabe que estoy aquí esperando a que tu vengas con la lluvia. Podría volver a cada risa pero no quiero volver más allí.

lunes, 15 de febrero de 2010


Leo. Sigo leyendo miles de historias distintas, cada una transportándome a un mundo distinto, nuevo, desconocido. Leo amores prohibidos, amores dulces, amores apasionados, amores imposibles, amores eternos, amores únicos. Leo y deseo tener eso, ese amor único, eterno, dulce, que te hace reír de cualquier cosa y llorar desgarradoramente al no tenerlo, que te hace soñar, creer que puedes alcanzar lo que desees con solo proponértelo. Leo, cierro los ojos y me transporto allí donde todo es perfecto en su forma. Y te visualizo conmigo en un mundo paralelo. Y visualizo tu sonrisa dedicada a mí, tus ojos posados en los míos, tus brazos rodeandome para nunca dejarme ir, tu cara cerca de la mía memorizandose mis rasgos, tu aliento endulzando mi boca, tus labios apresando los míos con desesperación y dulzura al mismo tiempo... sellando ese pacto tácito que tenemos. Y sonrío en medio de nuestro beso, en medio del torrente de emociones que llevo adentro. Mi mano se acerca a tu mejilla acariciándola, memorizandote. Y la otra se dirige directo a tu pelo acercándote más hacia mí, no dejandote ir. Y sé lo afortunada que soy. Lo sé. En ese momento soy feliz. Pero inevitablemente vuelvo al mundo real y me encuentro en el mismo lugar, sentada con una estúpida sonrisa en mi cara y un libro en mis manos, pero sin vos a mi lado. Y recuerdo que no te tengo, que no sos mío, que no soy tuya, que no me buscas. Y sin poder evitarlo una rebelde lágrima desciende por mi mejilla recordándome la dolorosa realidad. Y a esa la siguen otras cien más. Y tiro el desgraciado libro culpandolo de ser recordatorio de mi situación, y siento ganas de golpearme por volver a caer en la tentación de soñar que a mi lado te encuentras y me amas como siempre soñe que lo harías. Porque el dolor que siento al ver la realidad me destruye. Pero todo es en vano. Porque se que volveré a caer en la tentación de volver a ese mundo irreal donde estamos juntos. Donde me miras como siempre deseé que lo hagas, me acaricías y me besas haciendome sentir como lo imagine. Donde tu sonrisa es para mí y soy la mujer más feliz del mundo. Donde no piensas dejarme ir. El único mundo en el que sos únicamente mío y de nadie más.

Fotos de memorias perfectas dispersadas por el suelo. Alcanzando el teléfono porque no puedo pelear más. Y me pregunto si alguna vez paso por tu mente. En la mía pasas todo el tiempo. Es un cuarto después de la una, estoy sola y te necesito ahora. Dije que no te llamaría pero perdí todo el control y te necesito ahora. Y no sé como puedo hacerlo sin ti, te necesito ahora. Otro trago de whisky, no puedo dejar de mirar hacia la puerta deseando que vengas triste en el modo en que lo hiciste antes. Y me pregunto si alguna vez paso por tu mente. En la mía pasas todo el tiempo. Es un cuarto después de la una, estoy un poco borracho y te necesito ahora. Oh bebe te necesito ahora. Prefriero sentir dolor que nada en absoluto.

martes, 9 de febrero de 2010


Lo que teníamos era perfecto y estaba completamente mal.

jueves, 4 de febrero de 2010


Jugando con el fuego hasta que el fuego jugó conmigo.


No es si yo creo en el amor, es si el amor cree en mí.