
Es tu problema no fijarte en mi. Es tu problema no interesarte. Es tu problema que no pienses en mí. Es tu problema no saber que hacer. Es tu problema no preocuparte. Es tu problema no extrañarme. Es tu problema no darte cuenta de lo que me pasa. Es tu problema no notarme. Es tu problema no necesitarme. Es tu problema no llamarme. Es tu problema no acercarte. Es tu problema no preguntar. Es tu problema aislarte. Es tu problema no saber de lo que te estás perdiendo. Es tu problema. No el mío. Pero inevitablemente se convierte en mi problema.