miércoles, 29 de julio de 2009


I hopped off the plane at L.A.X. With a dream and my cardigan, welcome to the land of fame excess. Am I gonna fit in? Jumped in the cab. Here I am for the first time. Look to my right and I see the Hollywood sign. This is all so crazy, everybody seems so famous.

So I put my hands up. They’re playing my song. The butterflies fly away. Noddin’ my head like yeah, movin’ my hips like yeah. I got my hands up, they’re playing my song. I know I’m gonna be OK
Yeah, It’s a party in the U.S.A.

jueves, 23 de julio de 2009


"Dream what you want to dream, go where you want to go, be what you want to be. Because you have only one life and one chance to do all the things you want to do."


We have one life, so we have to make the most of it. Life is a gift, life is unique. So enjoy it, go to where you want to go, do what you want to do, relate who you want to relate. One life, one opportunity. Put an aim, do what you need to do to accomplish it, make it work, don't let anyone tell you that you can't do it. You can, you're strong; when you fall don't give up, just get up and move on. Pursuit you happiness, chase your dream. You'll make it.

lunes, 20 de julio de 2009

Friendship is like standing on wet cement. The longer you stay, the harder it's to leave, and you can never go without leaving your footprints behind.

domingo, 19 de julio de 2009


Come on baby I should have never let you get to me. I should have never let you stand so close to me. I'm going crazy. I never said that we were meant to be, I never said that I would ever leave. It feels so good yea it feels so right, gotta see you tonight. And I'm stuck on you

sábado, 18 de julio de 2009


Before I fall too fast kiss me quick. But make it last so I can see how badly this will hurt me when you say goodbye. Keep it swee keep it slow. Let the future pass and dont let go. But tonight I could fall to sleep to this beautiful moonlight. But your so hypnotising, you got me laughing while I sing, you got me similing in my sleep. I can say this im unravling and your love is where I'm falling so please dont catch me.
Sing this high don't settle down like a child running scared from a clown. I'm terrified of what you’ll do. My stomach screams just when I look at you. Now fly away. So I can breath even though your far from sufficating me. But I can't get my hopes to high cuz every hello ends with a goodbye. Now you see why I'm scared I can't open up my heart without a care. So here I've got what I feel and for the first time in my life I know its real.
Please don't break me, I'm giving up so just catch me.

martes, 14 de julio de 2009

Breakfast
Salí del trabajo hacia nuestro lugar de encuentro, el mismo de siempre desde ya dos años. Hoy había sido un gran día, en el trabajo me había ido bien y antes me había encontrado con mi amiga Holly. Ahora iba camino a ver a mi mejor amigo, Nicholas. Entré a mi auto y empecé a ir por el camino que ya me sabía de memoria, podría ir con los ojos cerrados si quisiera y no me perdería. Siempre que iba a su encuentro en mi cara aparecía una enorme sonrisa, estaba enamorada de él desde que lo conocí pero nunca le dije nada ni pensaba hacerlo. Últimamente esa sonrisa se transformaba en una sonrisa de nervios y falsa, el no era el mismo de antes, me trataba distinto y me dolía que lo haga bastante tenía que soportar ser su mejor amiga y verlo salir con miles de chicas distintas y ahora a eso sumarle que me trate mal. Estacioné el auto enfrente del restaurante, y bajé. Entré y me preguntaron si tenía reservación entonces dije el nombre de él, por lo que la mujer me dejo pasar y me condujo a una mesa en la que ya se encontraba él. Me recibió con un cálido abrazo, de esos que solo el podía darme pero que me confundía al dármelos pero tratarme de una manera tan distinta. Me separé y nos sentamos.
- ¿Como te fue hoy Liz? - preguntó él.
- Muy bien por suerte ¿a ti? - pregunté
- Bien como siempre- dijo poniéndose serio como hacía últimamente. Ya lo podía notar por sus ojos que me miraban de manera dura.
-Ah..- le dije, ¿Qué más podía hacer? Separada de él no podía estar pero estar con él me dolía al darme cuenta como me trata.
Comimos en silencio, ese silencio incómodo que me hacía preguntarme que había pasado. Pagó la cuenta y nos levantamos. Salimos a caminar por las calles, y el agarró mi mano otros de sus gestos que no entiendo. Ninguno hablaba así que decidí romper el silencio.
- Nicholas - lo llamé. El me miró demostrándome que tenía su plena atención. - ¿Te sucede algo? Últimamente estás distinto, cambiado ¿Qué pasa? - le pregunté dejando mostrar mi dolor en esas acciones. Sus ojos demostraron dolor pero enseguida volvieron a tornarse serios como desde hacía últimamente.
- Nada Liz - dijo serio, yo sonreí cuando en realidad quería llorar. No entendía que había hecho yo o que le sucedía. Así que seguimos caminando en silencio hasta que los dos estábamos cansados. Le pedí que me acompañara a mi casa y el aceptó a regañadientes. Subí al auto y él al suyo. En el trayecto me empecé a preguntar porque pongo una sonrisa en mi cara cuando en realidad me duele, porque digo que todo está bien cuando no es así, él no puede tratarme así y yo se lo tengo que hacer notar si él no lo ve. Buscaba las palabras correctas para hablarle cuando lleguemos a mi casa, cuando llegamos. Estacioné mi auto y él hizo lo mismo atrás mío. Bajamos los dos y abrí la puerta para invitarlo a pasar lo cual él aceptó sin decir una palabra. Entramos y nos sentamos en los sillones de mi living. De nuevo silencio, por lo que decidí terminar de una vez por todas con esta agonía.
- Nick, tenemos que hablar. - dije seria. Él me miró sorprendido como si no notara cual sería el tema. - Tenemos que ser sinceros así que...¿Qué te sucede? - pregunté mirándolo con desesperasión en mis ojos.
- Nada Liz, ya te lo dije ¿Qué habría de pasarme? - me dijo serio. Pero esta vez no iba a fingir una sonrisa ni decir "Ah, bueno todo esta bien". No, no todo estaba bien y esta vez lo íbamos a hablar.
- ¡Basta Nicholas! - le dije enojada, enojada porque me dolía su actitud. - Por Dios, decime la verdad no soporto más esta situación, ¿Qué te sucede? ¿QUÉ? - le espeté gritando.
Me miró sorprendido por mi reacción pero enseguida bajó la mirada hacia sus pies y no dijo nada. No entendía, no entendía.
- Respondeme Nick, ¿Qué hice? ¿Qué te hice? - le pregunté con la voz a punto de quebrarse. No tenía fuerzas para pelear más y él no respondía ni me miraba. - Nicholas, ¿Qué hice? ¡¿No te das cuenta como me tratas?! Es que - no me dejó terminar se paró furioso, fuera de sí.
- ¡¿TE CREES QUE NO ME DOY CUENTA?! - me gritó frustrado - ¿Te crees que no veo como te estoy tratando? Pues sí lo veo, sí me doy cuenta y sí me odio por eso. Me odio por tratarte así, por lastimarte de esta forma todo porque no puedo expresarme. ¡Todo por mi culpa! - dijo enojado consigo mismo, pero sus palabras no tenían sentido para mí.
- Pero Nick, expresate, yo te escucho ¿Por qué no lo haces? - le pregunté confundida.
- Porque no puedo, no puedo expresarme, entendelo. Es preferible que calle. - dijo la última parte más para si mismo. Era todo un enigma en el cuál no tenía pista siquiera para tratar de averiguarlo.
- Nick, te necesito, necesito al de antes, a mi mejor amigo - le dije con lágrimas en los ojos, pero algo de mi frase, no se que, lo molestó.
- No puedo ser tu mejor amigo, no me entiendes y yo así no puedo seguir Liz, no puedo... me frustra. - dijo con tristeza en sus ojos.
- Pero ¿Qué quieres decir? - le dije con miedo, miedo de su respuesta. Él empezó a caminar a la puerta y no daba la vuelta. - ¡NICHOLAS! ¿Qué quieres decir? Explícame. Nuestra amistad no se va a acabar ¿no?, ¿Somos amigos? Nicholas contestame ¿Sos mi amigo? - al decir esto último él se giro contrariado.
- No quiero ser tu amigo, no quiero ser el chico que esta al lado tuyo dándote consejos para salir con los demás chicos, no quiero ser tu mejor amigo, no quiero nada de eso, ¿Sabes por qué? Porque maldita sea, me he ENAMORADO DE TI. Si me enamoré de mi mejor amiga, que estúpido ¿no? Te trataba mal simplemente porque quería mantener distancia, porque sabía que si te explicaba lo que sentía nuestra amistad se terminaría y aunque no soporto ser tu amigo menos soportaría no tenerte de ninguna forma...No se como no me pude dar cuenta antes, igual ya esta ahora ya me abrí, te dije todo lo que siento y sabe que no hace falta que me digas nada Liz ya se que no es recíproco el sentimiento.- dijo bajando apenado la mirada.
Yo estaba dura sin decir nada, sin moverme siquiera, sin entender que el hombre del que estoy enamorada, mi mejor amigo, finalmente estaba haciendo lo que soné durante años enteros, me estaba diciendo que estaba enamorado de mí, que no quería ser mi amigo y yo no podía pedir nada más. Perdida en mis pensamientos no me di cuenta cuando él se fue sin decir absolutamente una palabra. Desesperada abrí la puerta, buscando a su auto, buscándolo a él pero no había rastro alguno. Maldiciendome por lo bajo entré a mi casa y subí a mi cuarto. Parecía un zombie, mi cuerpo caminaba por inercia y no porque yo lo mandaba, así seguí hasta terminar acostada en mi cama. Una vez allí me puse a pensar en todo lo sucedido, en cada una de sus palabras, en cada sentimiento escondido en ellas y los que estaban a simple vista, en todo lo que esto significaba y como cambiarían las cosas a partir de ahora, pero más que nada en como mañana a la mañana iría a su apartamento y le diría que estaba enamorada de él. Así caí en los brazos de Morfeo, con una sonrisa en mi cara. A la mañana siguiente me desperté y me cambié rápido, sabiendo los horarios de Nick él no saldría de su casa hasta dentro de dos horas, lo que me daba tiempo suficiente para comprar el desayuno y compartirlo con él. Salí de mi casa, subí al auto y maneje directo hasta la cafetería donde compré dos frappe de mocca para él y yo. Mientras iba hacia su casa los nervios se hicieron presente, por más que sabía que el sentimiento era recíproco era inevitable no ponerme nerviosa. Estacioné el auto en su puerta y bajé de él, mi corazón latiendome con fuerza y una tonta sonrisa en mi cara. Toqué su puerta y a los segundos apareció un Nicholas con cara apenada, en cuanto me vio sus ojos se abrieron sorprendidos. Yo solo sonreí y decidí empezar a hablar.
- Nicholas ayer no me dejaste responderte...- dije nerviosa. - Yo...- respire hondo para calmarme y seguí - Yo estoy enamorada de ti también. Siempre lo estuve, desde el momento en que te conocí, pero nunca me anime a decírtelo. Ayer cuando vos me dijiste que sentías lo mismo no podía creerlo, siempre pensé que no sentías lo mismo, tenía miedo y vos me decís que estás enamorado de mí, lo que siempre soñé escuchar. Entonces me quede sin palabras, muda y vos interpretaste mi silencio como que yo no sentía lo mismo, cosa que no es así. Así que acá estoy, ¿Aceptarías desayunar con la chica que está enamorada de vos desde que te conoció y que tampoco puede soportar ser tu amiga? - le pregunté con una tímida sonrisa en mi cara.
En su cara ya había una gran sonrisa, era mucho más hermoso cuando sonreía. Me abrió sus brazos por lo cual yo avancé hacia él y lo abracé fuerte, feliz.
- Claro que te acepto - susurró en mi oído. Me separó y me miro a los ojos profundamente demostrándome todo el amor que me tiene con esa mirada. Se fue acercando a mí y yo instintivamente cerré mis ojos. Sentí sus labios chocar con los míos, en un beso lleno de amor y cariño entre los dos. Ese momento que tantas veces soné por fin era realidad, él me besaba y no quería que se separara jamás. Él profundizó el beso y yo gustosa acepté sabiendo que estábamos juntos, que no era más mi amigo y que me amaba igual que yo a él. Nos separamos sonriendonos, él tomó de mi mano y me condujo a través de su apartamento hasta la cocina. Se acercó a mí y me dio un beso corto.
- Te amo Liz - Todavía rozandome los labios me susurró.
- Y yo a ti Nick - le susurré también, y me acerqué para fundirnos en otro hermoso beso.
Íbamos a desayunar, algo común entre nosotros. Pero esta vez iba a ser la más recordada de todas ya que era la primera vez que desayunabamos sabiendo los sentimientos de cada uno.
FIN

domingo, 12 de julio de 2009

Señales, las señales están en todos lados a todo momento. Para verlas sólo hace falta estar atento. Puede ser algo mínimo, o algo imposible de no ver. Yo creo en ellas, ya que las he notado. Capaz esa parte de la canción en la que prestamos atención sin razón alguna, ese sueño que se sintió como algo más, esas tantas oportunidades, eso que se repite una y otra vez. Miles de maneras hay, por lo tanto hay miles de formas de no verlas. Sólo depende de nosotros mismos, de mirar a nuestro alrededor, observar y absorber lo que miramos.
Señales, a todo momento en todo lugar al alcanze de todos.
Cuentan que una vez se reunieron todos los sentimientos y cualidades del hombre.
Cuando el aburrimiento había bostezado por tercera vez, la locura, como siempre tan loca, propuso jugar a las escondidas. La intriga levantó la ceja intrigada y la curiosidad sin poder contenerse preguntó "¿A las escondidas?... ¿y cómo es eso?". 'Es un juego' explicó la locura "en que yo me tapo la cara y comienzo a contar uno hasta un millón mientras ustedes se esconden y cuando yo haya terminado de contar, el primero de ustedes que yo encuentre ocupará mi lugar para continuar el juego"...
El entusiasmo bailó secundado por la euforia, la alegría dio tantos saltos que terminó por convencer a la duda, e incluso a la apatía, a la que nunca le interesaba nada.
Pero no todos quisieron participar. La verdad prefirió no esconderse, ¿para qué? si al final siempre la hallaban, y la soberbia opinó que era un juego muy tonto (en el fondo lo que le molestaba era que la idea no hubiese sido de ella) y la cobardía prefirió no arriesgarse...
- Uno, dos, tres... -comenzó a contar la locura.
La primera en esconderse fue la pereza, que como siempre se dejó caer tras la primera piedra del camino, la fe subió al cielo y la envidia se escondió tras la sombra del triunfo que con su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol más alto.
La generosidad casi no alcanzaba a esconderse, cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos...¿Que hay un lago cristalino?, ideal para la belleza. ¿Que si hay una hendija de un árbol?, perfecto para la timidez. ¿Que el vuelo de la mariposa?, lo mejor para la voluptuosidad. ¿Que hay una ráfaga de viento?, magnífico para la libertad. Así, la generosidad terminó por ocultarse en un rayito de sol.
El egoísmo en cambio, encontró un sitio muy bueno desde el principio, ventilado, cómodo... pero sólo para él. La mentira se escondió en el fondo de los océanos, y la pasión y el deseo en el centro de los volcanes. El olvido en… se me olvidó dónde se escondió, pero eso no es lo importante.
Cuando la LOCURA contaba 999.999, el amor aún no había encontrado sitio para esconderse, pues todo se encontraba ocupado. hasta que divisó un rosal y enternecido decidió esconderse entre sus flores.
-¡Un millón!- contó la locura y comenzó a buscar.
La primera en aparecer fue la pereza, sólo a tres pasos de una piedra.
Después se escuchó la fe discutiendo con Dios en el cielo sobre Zoología... La pasión y el deseo los sintió en el vibrar de los volcanes. En un descuido encontró la envidia y, claro, pudo deducir dónde estaba el triunfo. El egoísmo no tuvo ni que buscarlo. Él solito salió disparado de su escondite que había resultado ser un nido de avispas.
De tanto caminar sintió sed y al acercarse al lago descubrió a la belleza y con la duda resultó más fácil todavía, pues la encontró sentada sobre una cerca sin decidir aún de que lado esconderse...
Y así fue encontrando a todos. al talento entre la hierba fresca, a la angustia en una oscura cueva, a la mentira detrás del arco iris...y hasta al olvido... que ya se le había olvidado que estaba jugando a los escondidos... pero sólo el amor no aparecía por ningún sitio.
La locura buscó detrás de cada árbol, bajo cada arroyo del planeta, en la cima de las montañas... y cuando estaba dándose por vencida divisó un rosal y las rosas... Y tomó una horquilla y comenzó a mover las ramas, cuando de pronto un doloroso grito se escuchó. Las espinas habían herido en los ojos al amor; la locura no sabía qué hacer para disculparse, ya que, a fin de cuentas a ella se le había ocurrido el juego...lloró, rogó, imploró, pidió perdón y hasta prometió ser su lazarillo. Y desde entonces, desde que por primera vez se jugó a las escondidas en la tierra, el amor es ciego y la locura lo acompaña.

sábado, 11 de julio de 2009


Duele ver una ilusión destruida, algo que buscábamos y al final no encontramos, cosas que deseábamos y no las logramos. Es duro hacer frente a la realidad, es duro vivir en fantasías y enfrentarse a que son solo eso...fantasías. Al quedar una ilusión destruida, se siente como si nos dieran un golpe...fuerte, rápido, que no esperábamos y que deja una marca de dolor. Y te arrepentís de haber dado esperanza a esa ilusión, de haber creído que pasaría. Entonces en ese momento de desilusión en ese pequeño instante que a veces dura mucho y otras menos, sentís un dolor desgarrador, lágrimas que no podes parar, y lo único que querés hacer es olvidar. Entonces el nuevo propósito es no volver a hacerte vanas ilusiones, nos decimos "la próxima vez, no voy a ilusionarme" pero resulta que es imposible. No se puede vivir sin ilusiones. Que esos momentos de ilusionarse sn únicos, y a veces sí se cumplen porque al final de todo...Las ilusiones pueden ser solo fantasías, pero también pueden ser realidades.