miércoles, 10 de octubre de 2012
No me muevo. No puedo moverme. Mis pies están fijos en el frío suelo y es como si estuviera clavada en él, hundida en cemento, atascada para siempre. Alrededor mío todo está congelado, podría creer que el tiempo se detuvo pero sé que es sólo mi imaginación. Por más que trato de forzar a mis ojos a dejar de verte no puedo. Me tienes atrapada en tu mirada como el primer día. Veo angustia y desesperación en ella, y aún después de todo lo que pasamos, todo lo que me has lastimado no soporto verte mal. Pero estoy segura de que no puedes sentirte como yo lo estoy haciendo. El dolor me desgarra, como si cientos de cuchillos estuvieran lacerando mi cuerpo, uno tras otro, intermitentes. Esos malditos cuchillos te pertenecen. A vos. A tus sonrisas. A tus promesas. A tus dulces palabras. A tus "Te amaré por siempre". A tus abrazos en los que me sentía segura. A todos los recuerdos que dejaste grabados con fuego en mi mente. A tus besos. A cada vez que me hiciste sentir que teníamos toda la vida por delante juntos, que era la única, que me hiciste creer con cada fibra de mi ser que nos pertenecía un futuro que ya no existe. Sé que seguirán lastimándome aún después de que hayas desaparecido de mi vida. Y aún bajo tu mirada me siento débil, vulnerable. Pero no me voy a quedar. No puedo quedarme. Aunque sienta que me destruiste más allá de un posible reparo voy a seguir adelante. Con toda la fuerza que queda en mí, cierro mis ojos. No puedo hacerlo si sigo atrapada en los tuyos, en esos ojos que me piden que me quede y que me aseguran que no encontraré otro par que me haga sentir así. Me doy media vuelta y empiezo a caminar, a cada paso que doy siento que una parte mía queda en el camino, a tus pies, para que la recojas, no me pertenece ya. Me las arrebataste. El dolor se hace insoportable, me nubla y empeora cuando escucho tu voz quebrada rogándome que me quede, que no te deje, que lo puedes arreglar, que todo va a salir bien. Sé que ya no puedo creerte, que nada va a estar bien y que yo no volveré a ser la de antes ni tu tampoco. Pero mi cuerpo se debate en seguir o correr a tus brazos y consolarte, todavía no se acostumbra a que no debe querer cuidarte y calmarte cuando te ve sufrir, todavía no se da cuenta que ya no me perteneces, de que ya no somos uno sólo sino dos.
miércoles, 26 de septiembre de 2012
Klaus: There is a word in German: Lebenslangerschicksalsschatz. And the closest translation would be… “Lifelong Treasure of Destiny.” And Victoria is wunderbar, but she is not my Lebenslangerschicksalsschatz. She is my Beinaheleidenschaftsgegenstand, you know? It means… “the thing that is almost the thing that you want…but it’s not quite.”
Ted: How do you know she’s not Lebenslangerschicksalsschatz? I mean, maybe as the years go by, she’ll get Lebenslangerschicksalsschatz-ier.
Klaus: Oh, nein, nein, nein. Lebenslangerschicksalsschatz is not something that develops over time. It is something that happens instantaneously. It courses through you like the water of a river after a storm… …filling you and emptying you all at once. You feel it throughout your body… In your hands… in your heart… in your stomach… …in your skin…Have you ever felt this way about someone?
Ted: Yeah, I think so.
Klaus: If you have to think about it, you have not felt it.
Ted: And you’re absolutely sure you’ll find that someday?
Klaus: Of course. Everyone does eventually. You just never know when or where.
Ted: How do you know she’s not Lebenslangerschicksalsschatz? I mean, maybe as the years go by, she’ll get Lebenslangerschicksalsschatz-ier.
Klaus: Oh, nein, nein, nein. Lebenslangerschicksalsschatz is not something that develops over time. It is something that happens instantaneously. It courses through you like the water of a river after a storm… …filling you and emptying you all at once. You feel it throughout your body… In your hands… in your heart… in your stomach… …in your skin…Have you ever felt this way about someone?
Ted: Yeah, I think so.
Klaus: If you have to think about it, you have not felt it.
Ted: And you’re absolutely sure you’ll find that someday?
Klaus: Of course. Everyone does eventually. You just never know when or where.
lunes, 17 de septiembre de 2012
Queman mis ojos, los siento arder. El nudo en mi garganta se siente insoportable, nada que haga lo hace desaparecer sino pareciera como si se agrandará más y más. Lentamente mi cuerpo comienza a temblar queriendo expresar de alguna forma posible todo lo que corre por mis venas, esa desesperación, esa angustia en cada parte de mi cuerpo. Mis dientes mantienen preso mi labio inferior privándome a mí misma de emitir sonido alguno, es como la represa que mantiene todo ese caudal de agua esperando a ser liberado. Mis dedos se entrelazan y desentrelazan siendo mi única forma de tratar de desahogarme, pero no es suficiente. Nada parece serlo. Mi corazón late cada vez más rápido, mis latidos se hacen intermitentes confundiéndose el último con el siguiente, cada vez más veloces al mismo tiempo que voy cayendo en la cuenta de que ya no puedo aguantar. Que esa represa se va a abrir y nada la va a volver a cerrar. Entonces mi labio se libera y un sollozo se escucha en la habitación. Y como si esa fuera apenas la introducción, las lágrimas comienzan a caer libremente por mi rostro, una tras otra, sin pausa ni respiro, caen y caen. Mis sollozos se hacen incontrolables, cada vez más fuertes y dolorosos. Todo mi cuerpo tiembla, la angustia sale de cada uno de mis poros. Y siento como si mi corazón estuviera a punto de partirse, de explotar y destruirse de tal forma que nunca volvería a estar entero. Pero justo antes de que eso suceda siento dos brazos que me rodean por detrás, que se unen en mi frente manteniendo presa mi cintura y me dan calor. Los tuyos. Me empujas hacia atrás, hacia vos, con seguridad y rapidez, pero con tal delicadeza como si tuvieras miedo de romperme. Besas mi pelo y me susurras un "aquí estoy" a mi oído mientras sigo derrumbandome en tus brazos, buscando sacar cada gramo de angustia que tengo en mi cuerpo hasta que no quede ninguno. Van pasando los minutos y así te quedas en silencio, simplemente abrazándome, sosteniéndome con firmeza pero dulcemente. Manteniéndome completa.
martes, 3 de julio de 2012
Me aterroriza el futuro. Me aterroriza pensar que no voy a lograr ninguno de mis objetivos. Me aterroriza pensar que en un futuro no voy a ser feliz, que no voy a poder trabajar de lo que me apasiona, que no voy a encontrar amor, que no voy a cumplir mis sueños, que no me va a gustar la vida que tenga, que no voy a encontrar mi lugar en el mundo, que no voy a dejar mi marca en este mundo, que me voy a conformar, que no voy a estar satisfecha conmigo misma. Me aterroriza pensar que voy a fracasar en todo lo que me propuse. Pero aunque mi futuro me aterroriza en mi presente, aunque crea que hay mil millones de cosas que me pueden salir mal, aunque haya cientos de posibilidades de que no cumpla lo que deseo cumplir, no me rindo. Porque con que haya una posibilidad de tener ese futuro que tanto deseo, que tanto imagino, que tanto me llena y me hace sonreír lo voy a intentar. Voy a intentar hacer lo mejor que pueda en mi presente para conseguir todo lo que deseo en mi futuro. Porque el presente es hoy y el mañana no llegó, y hasta que no esté jugada voy hacer todo lo que esté en mi poder para lograrlo, no me rindo sin dar batalla. Mi futuro lo construyo a base de mi presente.
sábado, 31 de marzo de 2012
El sol filtrándose por las cortinas, envolviéndome en su agradable calor, haciéndome sentir feliz, tranquila. Pero no tanto como me hacen sentir tus brazos apegándome a tu cálido cuerpo, fundiéndonos en uno solo, haciéndome saber que soy tuya y de nadie más. Todo está en silencio salvo por tu suave y lenta respiración demostrando que seguís dormido, en un mundo lejano. Tu rostro emanando una tranquilidad, satisfacción, felicidad contenida de la que deseo ser parte siempre. Las sábanas enredadas entre nosotros, sin saber bien donde comienzan y donde terminan. Cierro los ojos disfrutando del momento, deseando alargarlo, parar el tiempo si pudiera. Tus brazos me acercan más a vos si acaso es posible y eso me alerta del final de tu sueño, estás despierto. El cuarto antes silencioso no tarda en llenarse de risas, susurros con palabras dulces, bromas que producen carcajadas exageradas y besos robados, convirtiéndose en el ambiente despreocupado, divertido y cariñoso donde somos nosotros mismos. En un rato tenemos que ponernos en marcha, comenzar nuestras rutinas, separarnos, ocuparnos de nuestras cosas. Pero estoy tranquila. Sé que al final del día volveremos a encontrarnos una vez más, sintiéndome segura me quedaré dormida en tu brazos y todo volverá a comenzar.
martes, 14 de febrero de 2012
Uno mira a su alrededor, los noticieros, los diarios, los conocidos. Y todo lo que oye o ve son desgracias, asesinatos, asaltos, guerras, todo tipo de atrocidades inimaginables. E inevitablemente uno se siente desesperanzado, siente que nada va a cambiar, que todo seguirá igual porque nadie se molesta en hacer nada y si lo hace es como si no lo hiciera. Entonces pierde la esperanza, la luz, la ilusión de un futuro mejor que este presente. Y ya no cree que algo va a cambiar ni trata de hacer que algo cambie. Yo pensaba así este último tiempo, me había desesperanzado. Pero ya no. Me di cuenta que una persona puede cambiar las cosas, no todo, obviamente, pero si suficiente, si lo justo, lo necesario, porque cualquier mínimo cambio es necesario hoy en día y se tiene que hacer. Tal vez no sean muchos, tal vez sean unos pocos comparados con los que hacen el mal, pero no quita que esos pocos están tratando y están logrando cambiar cosas, vidas una por una, y no porque sea imposible cambiar todas las realidades uno va dejar de cambiar las dos o tres que puede. Entonces sí, se puede cambiar, se puede mejorar. Y por más que a veces pareciera que todo lo que uno ve a su alrededor es desgracia, desolación hay también esperanza, bondad en el mundo, alrededor nuestro. Tocar una vida, aunque sea cambiar la realidad de una única persona hace toda la diferencia.
martes, 24 de enero de 2012
Uno cuando es chico, fantasea con el futuro, con su imaginación activa e ilimitada crea miles de caminos distintos, trabajos, situaciones, viajes, personas, la vida misma. Pero siempre como algo lejano, algo que sucederá recién mucho tiempo después, falta para eso. Pero llega un momento en el que ese futuro tan lejano, está en frente tuyo, se convirtió en tu presente. Y uno se asombra de la velocidad con la que apareció, cuesta acostumbrarse a que no es más algo que va a pasar después, más tarde, está pasando ahora. Entonces, uno se siente mareado, como si hubiera dado vueltas y vueltas y trasladado a un lugar desconocido, ya no sabe dónde está, cómo llegó ahí. Y uno se asusta, se asusta de lo que vendrá, se asusta de verse dentro de ese "lejano" futuro, de haber crecido sin darse cuenta de que lo estaba haciendo. Pero al mismo tiempo siente la adrenalina correr por sus venas, todo su cuerpo se enciende ansioso. Porque tiene frente así ese futuro tan esperado, tan soñado, tan vasto, lleno de posibilidades y oportunidades esperando a ser tomadas, lleno de lugares esperando a ser descubiertos, lleno de personas esperando a entrar en su vida, lleno de planes, situaciones esperando a ser descubiertas, a partir del ahora, no es más un mañana, un después, no falta más, es ahora, hoy. Empieza a ganarse las cosas por sí mismo, por nadie más, por sus propios medios, por su esfuerzo y capacidades, y siente el orgullo y la satisfacción personal por ello. Va escribiendo su vida, paso por paso, cambiando su futuro, equivocandose, acertando, dejando atrás, comenzando cosas nuevas, consiguiendo metas, priorizando, evolucionando uno mismo, abriéndose puertas y cerrándose otras. Lo más importante, decidiendo uno mismo, lo que quiere en su vida y lo que no. Va uno mismo a buscar lo que quiere, ya no espera a que se lo alcanzen. No es más ese espectador, ese actor pasivo. Ahora es un actor activo, es protagonista.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)